Oligopolio.
Cuando son unas pocas las empresas oferentes cada una de ellas tiene cierta fuerza para influir en el precio. Ahora bien, esta influencia depende de la reacción de las demás empresas del sector por lo que la consecuencia más evidente de estas situaciones de oligopolio es la interdependencia entre empresas.
En estas circunstancias caben varias posibilidades:
- Una de las empresas puede intentar controlar todo el mercado arrebatando sus clientes a las demás. Para lograrlo reduce unilateralmente el precio de sus productos y atrae a todos los consumidores. Sin embargo, esta medida es muy peligrosa ya que puede generar una guerra de precios, pues las demás empresas del sector también abarataran sus productos. El resultado final puede desembocar en una disminución del precio por debajo del nivel de costes.
- Generalmente, las empresas oligopolísticas optan por evitar la competencia entre sí y establecen acuerdos agrupándose en un cartel (también conocido como colusión: ejemplo petroleras España: El País). Las empresas que integran el cartel se reparten el mercado evitan la entrada de nuevas empresas en el sector. Las medidas que se pueden adoptar en el seno del cartel son varias:
- Establecer los precios de común acuerdo de forma que garanticen los beneficios a todos los miembros del cartel y sin necesidad de incurrir en una guerra de precios (ejemplo de la automoción: competencia.).
- Fijar cuotas de mercado, asignando a cada empresa una porción de las ventas totales del sector.
- Establecer barreras de entrada: normalmente se trata de obstáculos legales, publicitarios o puramente económicos que dificultan la entrada de nuevas empresas en el sector y evitan que los grupos oligopolísticos se enfrenten a nuevos competidores. Entre dichas barreras pueden figurar las siguientes:
- Diferenciación del producto respecto de otros competidores: para ello se recurre a la publicidad, los nombres de marca, diferencias en el diseño, servicio post-venta, exigencia de determinados requisitos legales,... Las empresas recién llegadas deben incurrir en unos gastos elevados de estudio de mercado y publicidad para conseguir que su producto sea conocido (se limita la competencia); este caso se cruza con la competencia monopolística (la diferenciación entre ambos la debemos buscar en el número de oferentes).
- Barreras por economías de escala: cuando los rendimientos sólo son elevados si se produce en grandes cantidades, las pequeñas empresas no están en condiciones de obtener los mismos beneficios ni de competir en igual situación que las grandes empresas oligopolísticas. Normalmente hablamos de costes fijos asociados a infraestructuras como por ejemplo en telecomunicaciones:
- Cuando ONO lanzo sus servicios en la ciudad de Valencia aseguraba que "cuantos mas seamos, menos pagamos"; de no haber desarrollado su propia infraestructura allí donde se quiera dar servicio deberá "alquilárselo" al dueño de dicha infraestructura: Teléfonica ahora Movistar.
- En el caso de otras ciudades, como San Martín de la Vega si Orange ofrece un buen servicio de ADSL será por precio, porque la infraestructura que tiene por debajo es de Movistar (y es quien realmente da el servicio).
Respecto a la publicidad, dentro de las políticas de diferenciación, tiene una serie de cualidades como:
- Da información a los consumidores de los productos existentes en el mercado.
- Es necesaria para poder introducir productos nuevos.
- Fomenta la competencia de precios.
- Al incrementar el volumen de ventas, puede fomentar la aparición de economías de escala que permitan que a largo plazo los precios puedan bajar.
Sin embargo, la publicidad también tiene una serie de connotaciones negativas:
- Al crear deseos, genera escasez.
- Fomenta el materialismo.
El resultado final de la situación de oligopolio es la rigidez de los precios. Ello obedece a que la capacidad de las empresas para influir en el precio final les permite mantenerlos en un nivel suficientemente elevado para asegurar sus beneficios, incluso en épocas de crisis. En consecuencia, el consumidor se encuentra con precios mas altos que en situaciones de competencia perfecta.
Dentro del oligopolio nos queda por mencionar la existencia del duopolio. Este tipo de mercado lo encontramos cuando dos empresas compiten entre si dentro de un mercado y la acción-reacción que marca la relación entre ambas empresas es muy acusada pudiendo ser de tres tipos:
- Cada empresa elige un nivel de producción que maximice sus beneficios en función de las expectativas sobre la decisión de producción de la otra, expectativas que se confirman en el punto de equilibrio (modelo de Cournot).
- Las empresas creen que el rival mantendrá un precio constante y a pesar de establecer una serie de supuestos (modelo de Edgeworth) el duopolio es inestable por la fluctuación de precio y no hay situación de equilibrio.
- Finalmente nos encontramos otro modelo que parte de la base del de Cournot (reconociendo interdependencia) pero con resultado distinto ya que las empresas deciden repartirse el mercado allí donde se produce su punto óptimo (solución de Chamberlain).
Competencia monopolística.
En este caso nos encontramos ante un mercado donde hay pocas barreras de entrada y de salida, con una gran cantidad de productores, donde el producto que se intercambia esta diferenciado y el productor tiene cierto poder para fijar el precio (pero este poder no es absoluto, los precios solo pueden fijarse ligeramente por encima de los de mercado).
Es decir, nos encontramos con competencia monopolística cuando los productos son similares entre sí pero se tratan de diferenciar de alguna manera (vía publicidad, imagen, diseño, marca,... como por ejemplo los electrodomésticos), sin embargo, en un oligopolio existen grandes barreras de entrada y el número de empresas que compiten en un mercado es relativamente pequeño (como por ejemplo la banca o el petróleo).
Es un buen ejercicio buscar en relación al mercado de geles de baño como una empresa consiguió una importante diferenciación del producto gracias a la publicidad, en la cual se informaba de que dichos geles están fabricados con pH neutro y que no producía irritaciones en la piel.
elporvenir.mx
SAMUELSON, P.A. (1999). Economía. McGraw-Hill. Madrid.
SLOMAN, J (1997). Introducción a la microeconomía. Prentice Hall. Madrid.
STIGLITZ, J.E. (1993). Economía. Ariel. Barcelona.
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