Diversidad de políticas económicas: tradición, planificación, mercado y formulas mixtas.
La política económica es la acción del Estado destinada a modificar aspectos de la vida económica para conseguir determinados fines. Los fines que suele perseguir la política económica son los siguientes:
- Una mayor justicia e igualdad (la cual se consigue mediante una política de distribución).
- La estabilidad económica (estabilidad en los precios, en el empleo o por ejemplo en los intercambios internacionales).
- El progreso económico (la consecución de un crecimiento económico estable y autosostenido).
La política económica puede ser de varios tipos atendiendo a diferentes criterios:
- Según el ámbito económico en que interviene el Estado se pueden distinguir:
- Políticas económicas sectoriales: el Estado sólo interviene en una sector de la economía (política agraria, pesquera, industrial, de transportes o de turismos).
- Política económica global: el ámbito de actuación del Estado afecta a toda la economía (por ejemplo: política social, de desarrollo o de bienestar).
- Según el periodo de tiempo en que interviene el Estado diferenciamos:
- Política económica coyuntural: se pretende conseguir unos objetivos a corto plazo.
- Política económica estructural: los fines a conseguir están programados a largo plazo.
Para lograr los fines propuestos el Estado se sirve de una serie de medios llamados instrumentos de la política económica que son:
- Controles directos.
Son medidas muy concretas y dispersas por las cuales el Estado interviene directamente en la economía. Por ejemplo, cabe citar la variación en el tipo de cambio de una moneda, el control de importaciones o el control de las inversiones.
- Política de rentas.
Es el conjunto de medidas destinadas a modificar la distribución de la renta. Es un instrumento básico de la política de distribución. Entre estas medidas figuran el control de salarios, el control de las rentas del capital, el sostenimiento de los precios agrarios para mantener las rentas del agricultor,...
- Política fiscal.
Es el conjunto de decisiones que afectan al volumen del gasto público y a la importancia de los impuestos. La política fiscal es uno de los instrumentos más importantes que tiene un gobierno para intervenir en la actividad económica, sobre todo para incidir en la estabilidad y el crecimiento económico.
La importancia de la política fiscal viene dada por su capacidad para influir en la demanda agregada. La demanda agregada es el total de gastos de una economía, incluyendo el consumo privado o público de bienes y servicios finales, así como las inversiones en capital.
A este respecto, se puede hablar de dos tipos de políticas fiscales:
- Política fiscal expansiva: su objetivo es incrementar la demanda agregada para estimular la producción y el empleo. A tal fin, se aplican las siguientes medidas que pueden ser útiles en momentos de depresión:
- Reducción de impuestos, que al dejar mas dinero en las economías familiares y en las empresas permiten el incremento del consumo privado y de la inversión.
- Incremento del gasto público, que incide en un crecimiento directo de la demanda agregada.
- Política fiscal restrictiva: su objetivo es reducir la demanda agregada en momento de crecimiento económico demasiado rápido. Consiste en:
- Incremento de los impuestos: que reducen el consumo privado y la inversión.
- Reducción del gasto público: que impactan en una disminución de la demanda agregada.
La política fiscal es un instrumento aplicado con frecuencia para superar una crisis o depresión. Las medidas utilizadas suelen ser las siguientes:
- Programa de obras públicas: significa un estímulo de la demanda de bienes de equipo y en la producción de determinadas empresas (construcción, eléctricas, servicios,...) además de crear empleo de forma directa.
- Proyectos públicos de empleo mediante los cuales se contrata a trabajadores durante cortos periodos de tiempo.
- Programas de transferencias como subsidios de desempleo o jubilaciones anticipadas, con las que se mantiene el consumo privado de colectivos marginados.
- Modificación de los tipos impositivos: por ejemplo, al reducir los impuestos directos crece la renta disponible (RD) en manos de las economías domésticas, con lo que se incrementa el consumo.
- Política monetaria.
Junto con la política fiscal, es el otro instrumento básico en manos de un gobierno para influir en la economía y, más concretamente, en la demanda agregada. Es el conjunto de medidas encaminadas a manipular la cantidad de dinero en circulación y las condiciones del crédito.
Al igual que en la política fiscal, existen dos tipos de políticas monetarias.
- Política monetaria expansiva: consiste en favorecer el crecimiento de la cantidad de dinero para que crezca el consumo y la inversión. Para lograrlo se aplican medidas como incrementar la cantidad de dinero en circulación o abaratar los préstamos bajando los tipos de interés.
- Política monetaria restrictiva: consiste en frenar el crecimiento de la cantidad de dinero para reducir el consumo y la inversión. Se trata de reducir la cantidad de dinero en circulación o encarecer los préstamos subiendo los tipos de interés.
Las medidas que componen una política monetaria son varias:
- Control del coeficiente de caja: este coeficiente es el porcentaje de los fondos de un banco que está obligado a disponer en efectivo, sin posibilidad de operar con él. Este porcentaje lo decide el Banco Central (en el caso de Europa el BCE). Cuanto menor es el coeficiente de caja, mayor es el porcentaje de que disponen los bancos para operar y mayor es la cantidad de dinero en circulación. A la inversa, cuanto mayor es el coeficiente de caja menor es la cantidad de dinero en circulación (el dinero no desaparece, sino que no se puede operar con él).
- Prestamos de regulación monetaria: son los préstamos que el Banco Central presta a corto plazo a los demás bancos. El Banco Central preste este dinero a aquellos bancos que ofrecen un interés acorde con el que el Gobierno desea establecer, por lo que es un medio para controlar el crédito.
- Operaciones de mercado abierto: que constituye la compra de valores o títulos del Estado (emitido por éste para financiar el déficit público) por el propio Banco Central. Si el Banco Central compra los títulos a los demás bancos, éstos disponen de más dinero para operar; si el Banco Central vende títulos a los bancos, éstos tendrán menor dinero con que operar.
En función de la mayor o menor intervención del Estado, se pueden distinguir varias políticas económicas, que abarcan desde la planificación hasta la libre actuación de las fuerzas del mercado.
- La tradición: es el criterio por el que se rige la actividad económica de sociedades primitivas en las que, además, tampoco existe el Estado. Por esta razón no se trata estrictamente de una política económica. En estas sociedades son los conocimientos ancestrales acumulados durante generaciones los que marcan la pauta a seguir.
- La planificación: representa el mayor grado de intervención del Estado. Es la política característica del sistema socialista en la que el Estado determina la cantidad y variedad de bienes y servicios a producir, las técnicas de producción y la distribución de dichos bienes y servicios entre la población. No obstante la planificación también es una política adoptado en ocasiones por el sistema capitalista. En estos casos se trata de una planificación indicativa con las siguientes características:
- tienen un doble dimensión: obligatorios para las empresas públicas pero orientativos para las empresas privadas (pueden seguirlos o no),
- las empresas que deciden seguir estos planes disponen de unos criterios y orientaciones diseñadas por expertos que pueden ayudarles a obtener una alta rentabilidad, además de poder beneficiarse de ayudas del Estado,
- los gobiernos elaboran estos planes cuando quieren desarrollar un sector atrasado, una región deprimida o desean recuperar la economía general tras una catástrofe (ejemplo).
- La libre actuación de las leyes del mercado: representa la política económica del capitalismo liberal, que preconiza la ausencia absoluta de intervención estatal. Se trata de dejar en total libertad a los agentes económicos para que, en función de las leyes del mercado, orienten la actividad económica. En la práctica, el Estado siempre ha tenido una mínima presencia, ya sea apoyando la expansión colonial o prohibiendo importaciones para defender la industria nacional, pero siempre velando por la defensa de los derechos de propiedad (que estén delimitados y se cumplan). A partir de la crisis de 1973 las tesis liberales vuelven a cobrar vigencia en la corriente denominada neoliberalismo, elaborado por la Escuela de Chicago y cuyo principal representante es Milton Friedman (1912 - 2006). Los neoliberales defienden una mínima intervención del Estado pues creen que con su actuación, ya sea controlando beneficios, estableciendo impuestos o fijando salarios mínimos, desvirtúan las condiciones del mercado, impide que los agentes económicos operen con eficacia y provoca la crisis y la depresión. La actuación del Estado debe limitarse a controlar la oferta monetaria mediante una política monetaria expansiva en momentos de recesión. Debido a esta defensa de la política monetaria a los neoliberales se les denomina monetaristas.
- Formulas mixtas: conjugan ciertas dosis de intervencionismo estatal con la libre actuación de las leyes del mercado. Reniegan de la planificación socialista pero también del liberalismo a ultranza que, cómo demostró la crisis de 1929, tampoco es capaz de evitar la depresión económica. El principal artífice de la combinación de mercado e intervención fue el británico John Maynard Keynes (1883 - 1946) cuyas teorías se aplicaron en Occidente entre 1945 y la crisis de 1973. Según Keynes las leyes del mercado por sí solas no son capaces de propiciar un crecimiento económico continuo. Por ello, en momento de crisis, el Estado debe intervenir mediante una política fiscal expansiva que impulsa la demanda agregada. El problema de esta política fiscal es el déficit público que origina. Sin embargo, Keynes, sostiene que no es una cuestión preocupante por la siguiente razón: los gastos del Estado favorecen el crecimiento económico y permiten generar excedentes en un futuro próximo, los cuales servirán para sufragar el déficit público inicial (efecto multiplicador).
Bibliografía:
MANKIW, N.G. (2012). Principles of Economics. South-Western Cengage Learning. Ohio.
STIGLITZ, J.E., WALSH, C.E. (2006). Economics. W.W.Norton & Company INC. Nueva York.
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