Los sistemas económicos.
Un sistema económico es la forma de organizar los recursos que adopta una sociedad para satisfacer sus necesidades. Los sistemas económicos se diferencian entre si por las distintas respuestas que ofrecen a las siguientes cuestiones: ¿qué producir?, ¿cómo producir? y ¿para quién producir?
A lo largo de la Historia se han sucedido distintos sistemas económicos. A día de hoy y después del triunfo del sistema capitalista solo queda decidir el debate entre mayor o menor intervención del Estado.
Veamos que tipos de sistemas económicos podemos encontrar:
Sistema de economía cerrada.
Se caracteriza por ser un sistema de economía autárquica, es decir, que apenas mantiene contactos con otras economías y, por lo tanto, se autoabastece. Actualmente es díficil encontrar economías de tipo cerrada o autárquica, aunque algunos ejemplos llaman nuestra atención como es el caso de Bolivia (con muy pocos acuerdos internacionales y escasa potenciación de su comercio exterior), Cuba (en relación al bloqueo impuesto y que les obliga a desarrollar y crecer en base a sus propios recursos) o Corea del Norte (con el matiz de que aún siendo cerrada es una economía planificada donde las decisiones las toma el Estado). La economía cerrada se caracteriza por:
- Propiedad común de los medios de producción, de los que puede disponer todos los miembros de la comunidad, los cuales los utilizan según costumbres y tradiciones transmitidas de generación en generación. El desarrollo tecnológico es escaso y dependen del medio natural. Los medios de producción están constituidos básicamente por los propios recursos naturales.
- Ausencia de excedentes: debido a este mínimo desarrollo tecnológico los niveles de producción son reducidos y apenar se pueden acumular excedentes.
- Economía de subsistencia: al no existir excedentes, no se pueden intercambiar productos con el exterior. La producción sólo garantiza el autoabastecimiento de la comunidad y la satisfacción de sus necesidades básicas.
- Escaso desarrollo de las fuerzas productivas: puesto que no hay excedentes, tampoco se pueden destinar recursos a desarrollar el nivel tecnológico para incrementar la producción. La productividad se mantiene así reducida.
Si echamos un vistazo a la página de datos del banco mundial, en concreto al Porcentaje de Exportaciones en relación al PIB nos encontramos con una serie de países que tienen un nivel de exportaciones muy bajos, analizando cada uno de ellos podemos entender si estamos ante un caso de economía cerrada o no.
Sistema capitalista.
También se conoce como sistema de economía de mercado o de libre empresa. Su nombre se deriva del concepto de capital, que designa al conjunto de recursos, excepto los humanos y los naturales, que permiten incrementar la producción y la riqueza. Es un sistema que se basa en la acumulación de capital. En su configuración actual se empezó a formar desde el siglo XIX, coincidiendo con la Revolución Industrial. Hoy día, tras la crisis y caída de los regímenes comunistas (que podemos encontrar todavía en algunos países como Corea del Norte), se encuentra en expansión y se ha convertido en el sistema económico por excelencia. No obstante, debemos recuperar una entrada de este blog ¿Qué es la economía? para ver que esta economía de mercado caracterizada por su libertad debe ser convenientemente matizada dadas las características particulares que rigen cada uno de los mercados internos que forman el sistema capitalista (monopolios, oligopolios, duopolios,...). Sus características son las siguientes:
- Propiedad privada de los medios de producción: cualquier individuo o entidad privada puede adueñarse de los recursos naturales y los instrumentos de trabajo con os que desarrollar la actividad económica. En consecuencia, aparecen dos clases sociales:
- Propietarios de los medios de producción que, tradicionalmente, han constituido la burguesía y que básicamente contrata a los no propietarios de los medios de producción a cambio de un salario y disponen de su fuerza de trabajo (es interesante ver la crítica de Karl Marx en su obra El Capital de año 1867.
- No propietarios de los medios de producción que, tradicionalmente, han constituido el proletariado. Esta clase social dispone para vivir de su fuerza de trabajo, que ofrece-vende, a cambio de un salario.
- Libertad de empresa o de iniciativa privada: el propietario de los medios de producción es libre para emplearlo según sus intereses. El Estado no debe intervenir en la Economía porque las decisiones económicas son adoptadas por los empresarios, propietarios de los medios de producción, quienes establecen en última instancia qué es lo que se va a producir. El estado solo debe garantizar la libertad de empresa.
- Economía de mercado: el objetivo de toda actividad económica es vender los productos obtenidos en el mercado. A cambio se obtiene un precio que permite recuperar el coste de producción (gastos en salarios, fuentes de energía, materiales y desgaste de los medios de producción) y proporciona al empresario una ganancia. En el sistema capitalista todo puede comprarse y venderse, desde el trabajo (cuyo precio es el salario) hasta el dinero (cuyo precio es el interés).
- Búsqueda del beneficio individual. El propósito último del empresario es obtener un beneficio personal. Para conseguirlo se dedicará a aquella actividad económica que él considera le va a reportar mas ganancias. La libertad de empresa le asegura que podrá invertir allí donde consideré mas interesante.
- Autorregulación de la economía mediante la ley de la oferta y la demanda. Si la oferta de un producto es muy elevada, los precios de este producto disminuyen en el mercado y procurarán menos beneficios; en consecuencia, el empresario optará por producir otro tipo de bienes. Si la demanda de un determinado producto es muy elevada, sus precios serán también elevados y los beneficios se incrementarán, por lo tanto, el empresario se dedicará a producir dicho bien. Esta regulación "automática" de los procesos económicos exige la intervención del Estado, porque bienes de primera necesidad corren el riesgo de no producirse al no ser interesantes por el empresario o bien tener que limitar su uso como consecuencia de un precio (educación y sanidad son los mejores ejemplos).
- Competencia entre empresas. Puesto que todos los empresarios son libres para invertir donde estimen oportuno, y todo buscan el máximo beneficio, se desata una lucha o competencia entre ellos para obtener las mayores ventajas. Esta situación obliga al empresario a vender sus productos en mejores condiciones que sus competidores, y le incita a invertir parte del beneficio en mejorar la productividad, reduciendo costes y vendiendo mas barato en el mercado.
- Desarrollo de las fuerzas productivas. Para mejorar la productividad los beneficios se invierten en mejoras técnicas. El resultado es un incremento en la producción y en la calidad, lo que permite una mayor acumulación de beneficios que, a su vez, facilita nuevas inversiones en mejoras técnicas para seguir compitiendo en el mercado. La consecuencia final es un continuo desarrollo de las fuerzas productivas.
Un apunte al sistema capitalista para introducir la Soberanía del consumidor:
"Teoría según la cual, en el sistema de mercado, los consumidores son los que deciden libremente qué bienes y servicios han de ser producidos para su consumo".
Las críticas a esta teoría señalan que son las grandes empresas y sus campañas de publicidad y marketing las que imponen a los consumidores sus propias demandas, teóricamente "libres".
Variaciones del sistema capitalista.
El capitalismo ha evolucionado desde su configuración como sistema económico adaptándose a las circunstancias históricas. Sintetizando, podemos encontrar tres modelos distintos a lo largo de su evolución:
- El capitalismo liberal. Es la forma característica de capitalismo desde el inicio de la Revolución Industrial hasta la crisis de 1929 (donde a partir de este tipo de capitalismo se desarrolla el corporativista y el del Estado del Bienestar como veremos posteriormente). Se caracteriza por:
- Existir un régimen de total libertad económica entre pequeñas empresas que compiten entre sí. Paulatinamente, estas empresas van creciendo y acaparando cuota de mercado (reduciendo el número de las mismas), hasta que llega un momento en que se fusionan con los bancos y aparece el capitalismo financiero, con lo que solo unas pocas empresas dominan el mercado.
- Se cumple estrictamente la premisa de que el Estado solo debe intervenir en la Economía para asegurar la propiedad de los medios de producción y el cumplimiento de la doctrina del liberalismo económico "laissez faire, laissez passer" (dejar hacer, dejar pasar).
- En su desarrollo se producen importantes desigualdades sociales que el mercado no es capaz de corregir por si solo. Por un lado los propietarios de los medios de producción ahogan los recursos y por otro, el Estado, no desarrolla sistemas de asistencia social ni de regulación de la producción.
- El capitalismo corporativista. Es el modelo capitalista que adoptaron los regímenes fascistas de los años 20 y 30 así como algunas dictaduras (Italia de Mussolini, Alemania de Hitler, el Japón imperial, la España franquista hasta 1959 o Portugal de Salazar). Sus características son las siguientes:
- La economía esta controlada por unos pocos grupos empresariales que establecen acuerdos entre sí para repartirse el mercado. Por lo tanto, desaparece la libre competencia.
- El Estado interviene activamente para estimular la economía, ordenando la construcción de obras públicas o impulsando la carrera de armamentos.
- El Estado encarga la ejecución de estos proyectos a los grandes grupos empresariales, cuyos dirigentes tienen estrechos contactos con el gobierno.
- La oligarquía empresarial obtiene de esta forma unos enormes beneficios, procedentes de los gastos del gobierno en la realización de estas obras. El Estado se convierte en un cliente fijo y seguro de los grandes grupos empresariales.
- Para financiar estos gastos, el Estado establece impuestos y se busca la anexión de nuevos territorios (Italia o Alemania en su momento) para explotarlos económicamente.
- El capitalismo del Estado del Bienestar. Es el modelo capitalista vigente en el mundo occidental desde el final de la segunda guerra mundial hasta nuestro días. Se caracteriza por:
- La intervención del Estado en la economía es de gran importancia para estimular la actividad económica (inversiones en infraestructuras u obras públicas), control de sectores importantes para la actividad económica (carbón, siderurgia, transporte,...), corrección de desequilibrios económicos (promoción del desarrollo, regulación de créditos,...) y garantizar el bienestar de los trabajadores (educación, sanidad, vivienda, seguros de desempleo, jubilación,...).
- La propiedad de las empresas se atomiza por el recurso a la financiación bancaria y a la venta de acciones en Bolsa. La propiedad de los medios de producción se desperdiga en el conjunto de la sociedad.
- La dirección de las empresas también se dispersa entre varios grupos. La complejidad técnica de la actividad económica impide que las decisiones puedan ser adoptadas por un empresario individual. En su lugar aparecen los tecnócratas, gestores, comités técnicos de expertos,... que tienen la información y la capacidad para tomar decisiones.
Sistema económico socialista.
También se conoce como sistema de economía planificada o de economía dirigida. Su origen puede datarse en la revolución soviética de 1917. Ha sido el sistema económico que caracterizaba a los Estados comunistas (algunos ya extintos como Unión Soviética, República Democrática Alemana, Checoslovaquia o Yugoslavia, otros anteriores al modelo actual como Polonia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Yugoslavia o Albania,... y actualmente podemos encontrar todavía ejemplos como Corea del Norte o Cuba). Las características de este sistema son:
- Propiedad colectiva de los medios de producción. Los medios de producción no pueden ser propiedad de un individuo particular o de una entidad privada, que los utilice en su exclusivo beneficio. Al no haber propiedad de los medios de producción, no existen clases sociales. Solo se admiten dos tipos de propiedad:
- Propiedad del Estado, gobiernos regionales o municipios, que son titulares y representantes del conjunto de los ciudadanos.
- Propiedad de cooperativas, es decir, de empresas en las que todos los trabajadores son propietarios de los medios de producción y se reparten los beneficios.
- Economía planificada. El Estado, como propietario de la mayor parte de los medios de producción, es el que adopta las decisiones económicas y dirige toda la economía. Para ello elabora planes económicos (planificación socialista) en los que se fijan la cantidad y variedad de artículos a producir, su distribución, sus precios y sus costes de producción. Las empresas únicamente deben cumplir los objetivos establecidos en estos planes. Los planes económicos suelen contemplar los objetivos para un periodo de cinco años o siete años (quinquenales o septenales respectivamente).
- Búsqueda de la igualdad. El objetivo de la actividad económica es procurar la igualdad entre todos los ciudadanos. Por esta razón se prohíbe la propiedad privada sobre los medios de producción característica del sistema capitalista que permite que una parte de la población (los propietarios) puedan apropiarse del excedente (aunque los pensadores económicos liberales dijeran que el mercado se encargaría de repartir dicho excedente entre la población). El Estado se encarga de distribuir el excedente económico entre los ciudadanos, bien sea mediante equipamientos colectivos (vivienda, educación, sanidad,...) o estableciendo el salario de los trabajadores.
- Desarrollo de las fuerzas productivas. El Estado puede destinar la parte del excedente que considera oportuno a incrementar la productividad introduciendo mejoras técnicas. El objetivo que persigue es aumentar la cantidad y calidad de los bienes producidos para mejorar el nivel de vida de toda la población. Esta desarrollo de las fuerzas productivas ha posibilitado la industrialización de la mayor parte de los países de Europa oriental y de China.
Un caso: Después de siglos de depender casi exclusivamente de la agricultura, China se ha transformado en las últimas décadas especialmente tras la llegada al poder de Deng Xiaoping en 1979. Se inició un proceso de liberalización y apertura de la economía al mercado, a partir de una economía de planificación central para posteriormente, en 2007, legalizar la propiedad privada. La nación mas poblada del mundo ha conocido en este tiempo un desarrollo espectacular. La transición del socialismo a una economía social de mercado se ha visto acompañada de un fuerte crecimiento económico, haciendo que China sea una de las economías mas fuertes del mundo. Sin embargo, este desarrollo espectacular, debe tener en cuenta las fuertes diferencias entre la vida urbana y rural, el elevado desempleo, escasa protección social y deterioro ambiental. La estrategia del Gobierno para atraer capitales extranjeros ha sido ofrecer incentivos fiscales y exigir poco en materia de derechos laborales o de medio ambiente. En este camino de ida que ha hecho China, ¿que ha hecho que sus productos sean tan vendidos?, ¿que nos sugiere la marca "made in China"?
Variaciones del sistema socialista.
El sistema económico socialista, tal y como fue formulado por los teóricos marxistas, no ha existido en la práctica pues se han producido distorsiones que han alterado el modelo ideal. Estas distorsiones afectan a los siguientes aspectos:
- Propiedad colectiva de los medios de producción. Si bien este principio es teóricamente cierto, en la practica se aprecia una clara división social entre la burocracia que gestiona y dirige los medios de producción (la élite gobernante del partido único) y el gran conjunto de trabajadores que realizan las tareas de producción. Además, casi todos los regímenes socialistas han reconocido la existencia legal de una pequeña propiedad privada (propiedades agrícolas, industria artesanal,...).
- Búsqueda de la igualdad. El excedente económico no se distribuye de forma equitativa, ya que la burocracia que gestiona los medios de producción dispone de una serie de ventajas (segunda vivienda, vehículos oficiales,...) que no tiene el resto de la población.
- Desarrollo de las fuerzas productivas. Las decisiones del Estado se mueven en muchas ocasiones por cuestiones políticas que razones de eficacia y productividad. Durante el desarrollo del sistema socialista se potenció la industria bélica (en detrimento de otras), se coartó el desarrollo de las comunicaciones y de la informática (ya que su desarrollo facilita la perdida de control de la información que se maneja) o se mantuvieron puestos de trabajo improductivos o innecesarios para evitar el desempleo. Además muchas decisiones que toma el Estado parten del desconocimiento de lo que suceden en el interior de las empresas, derivado en ineficiencia, improductividad y estancamiento.
Se pueden distinguir dos variedades de economía socialista.
- Sistema de economía totalmente planificada. Es el ejemplo de la antigua Unión Soviética. En este modelo toda la economía esta sometida a la directrices de los planes, en los que se establece las cantidades a producir, la variedad de productos, los precios, los salarios y todos los demás objetivos que debe cumplir cada una de las empresas.
- Socialismo de mercado. Es el caso de la antigua Yugoslavia. Las empresas son de propiedad estatal pero sus gestores tienen autonomía para decidir que producir y a que precios, según las condiciones de la oferta y de la demanda. De esta forma las empresas están mejor gestionada y pueden cumplir objetivos de eficiencia y productividad. No obstante, el Estado puede orientar la actividad económica a través de los impuestos beneficiando o penalizando a aquellas que quiere potenciar o no desea estimular.
Sistema económico mixto.
Los fallos de la economía de mercado y la ineficiencia de la planificación central han hecho que la mayor parte de los países hayan aplicado un nuevo sistema intermedio o de economía mixta.
Analizando con detalle la economía de los distintos países del mundo podemos afirmar que los modelos analizados hasta ahora no existen al 100%; en la mayoría conviven, junto al juego de la oferta y la demanda (mercado), la intervención del Estado que toma decisiones que inciden sobre la actividad económica. En este caso nos encontramos de forma habitual con el sistema capitalista del Estado del Bienestar enfrentado al socialismo de mercado con muchos matices y de ahí la importancia de este apartado.
El economista clásico Karl Marx sugirió que el sistema económico utilizado por cada sociedad humana depende del desarrollo de las fuerzas productivas, principalmente los conocimientos técnicos, el capital acumulado y la población. Mientras el ordenamiento jurídico sea el adecuado al nivel de las fuerzas productivas, éstas pueden desarrollarse sin que aparezcan tensiones graves; pero llega un momento en el que las fuerzas productivas han crecido tanto que la estructura social, en vez de estar potenciando su desarrollo, aparece como una limitación.
Y es en ese momento donde el Estado debe intervenir. En los modelos económicos mixtos las decisiones se toman de forma descentralizada por consumidores y empresas. Estos agentes, persiguiendo sus propios intereses, responden a las preguntas qué, cómo y para quién producir. Pero al mismo tiempo, el Estado desempeña un papel fundamental como regulador del mercado y como complemento del mismo.
El objetivo de estos sistemas es conseguir un nivel de producción deseable, con métodos eficientes y una distribución justa de la renta. Cuando el mercado no consigue este objetivo decimos que hay fallos de mercado y, como consecuencia, se produce desempleo, deterioro del medioambiente, desigualdad,... Pero también existen fallos del Estado cuando, por su intervención, en lugar de mejorar los resultados del mercado los empeora (exceso de impuestos, mala política de salarios mínimos,...).
En nuestros días continúa todavía una vieja polémica donde unos piden "mas mercado" y otros "mas estado". Dada la característica de la sociedad humana como viva, no hay forma teórica de resolver esta cuestión, ya que todavía no hay una demostración "científica" que nos de la proporción justa, equitativa o conveniente de estado y mercado. Se debe buscar equilibrio entre las señales del mercado y la intervención del Estado.
Bibliografía:
Mochón, F. (2000), Economía, teoría y política. 4ª Edición. McGraw-Hill. Madrid.
Samuelson, P.A. (1999). Economía. McGraw-Hill. Madrid.
Stiglitz, J.E. (1993). Economía. 1ª Edición. Ariel. Barcelona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario