La libre competencia.
El mercado de competencia perfecta es aquel en el que existen muchos compradores y vendedores, de forma que ninguno de ellos tiene fuerza suficiente para influir decisivamente sobre el precio.
Al existir gran cantidad de compradores y vendedores la decisión de cada uno de ellos no tiene fuerza suficiente como para alterar el precio de un bien o servicio. En estos casos, el precio y la cantidad de equilibrio se fijan de forma natural en función de las curvas de oferta y demanda. Por lo tanto, el precio es un dato que le viene impuesto a la empresa por las condiciones del mercado y sobre el cual no puede influir.
Este precio determinado por la libre competencia será el más reducido posible puesto que todas las empresas se ven obligadas a producir al mínimo coste para asegurarse su posición en el mercado. Ello tiene varias consecuencias:
- Los consumidores disfrutan de precios más reducidos que en las situaciones de competencia imperfecta.
- La competencia estimula a las empresas a mejorar la eficiencia técnica y económica, a fin de reducir los costes de producción. La libre competencia puede convertirse así en un factor de la modernización y del desarrollo tecnológico.
- Cada empresa, considerada individualmente, no puede alterar el precio aunque incremente o reduzca la cantidad de bienes producidos. Si ofreciera sus productos a un precio mayor, inmediatamente perdería a todos sus consumidores. Si, por el contrario, redujera el precio de sus bienes, atraería a todos los consumidores pero no podría satisfacer al conjunto de la demanda.
La situación de competencia perfecta es difícil de encontrar ya que exige el cumplimiento de una serie de requisitos que raras veces se dan en la realidad. Estos límites a la competencia perfecta son los siguientes:
- No deben existir diferencias entre los productos ofertados por cada empresa. Las campañas publicitarias y las políticas de marcas pueden crear diferencias artificiales entre un mismo producto, lo que enmascara la competencia.
- Es necesario que todos los oferentes y demandantes conozcan las reglas y el funcionamiento del mercado, lo que no siempre ocurre.
- Se supone que todos los consumidores reaccionan automáticamente ante un cambio en el precio. En la práctica el consumidor puede mantenerse fiel a una vendedor por muchas razones como la rutina, la ignorancia, la proximidad geográfica, la publicidad, los servicios de ventas,...
- La competencia perfecta exige que todas las empresas tengan plena facilidad para incorporarse o retirarse de una actividad económica dependiendo de que ésta sea o no lucrativa. En realidad, esta libertad para entrar o salir del mercado se ve dificultada por varios motivos:
- Factores de tipo técnico pueden hacer difícil el inicio de la actividad económica por lo que las empresas previamente instaladas disfrutarán de ventajas competitivas.
- Una empresa puede aprovechar sus recursos (acceso a mercados, fuentes de financiación,...) para abordar otras actividades distintas a las que venía desarrollando. Ello le sitúa en mejores condiciones que otra empresa que deba partir de cero. Dichas ventajas se conocen como economías de expansión.
En la competencia perfecta, por tanto, se lleva a cabo la soberanía del consumidor, pues los consumidores deciden a través del mercado qué y cuánto se ha de producir.
Finalmente hemos de distinguir entre el corto y el largo plazo. En el corto plazo, el número de oferentes es fijo. En función de sus funciones de costes y de sus ingresos tendrán muchos beneficios, pocos o incluso pérdidas, y esta situación no es modificable.
En cambio, a largo plazo, la situación cambia ya que la existencia de pérdidas o beneficios afectará a la entrada y salida de empresas en el mercado; si los beneficios son altos, habrá nuevas empresas interesadas en entrar, por lo que la función de oferta se desplazará hacia la derecha, y el precio caerá, haciendo desaparecer los beneficios extraordinarios y quedando los beneficios ordinarios. Si, por el contrario en el mercado existen pérdidas, las empresas que actúen en este mercado pueden optar por abandonarlo o modificar su combinación de costes de factores productivos. En este caso, la curva se desplaza hacia la izquierda con lo que el precio subirá haciendo desaparecer las pérdidas de las empresas que hayan decidido quedarse en el mercado.
¿Cómo funciona este mercado?
En el mercado de competencia perfecta debemos partir de la idea de que toda empresa competitiva busca maximizar beneficios en el corto plazo. La condiciones que debemos cumplir para resolver el mercado de competencia perfecta son las siguientes (debemos conocer función de demanda y función de costes de la empresa):
1. Condición de primer orden: que el ingreso marginal sea igual al coste marginal. Como estamos en competencia perfecta el ingreso marginal es el precio de equilibrio, con lo cual podríamos escribir la siguiente igualdad:
P = C' = I'
O lo que es lo mismo derivar el beneficio respecto de la cantidad e igualarlo a cero (ingreso y coste marginal representan el comportamiento del ingreso o del coste, según su estudio, respecto de una unidad de producto obtenida).
2. La condición de segundo orden nos dice que dicho punto ha de ser un máximo y no un mínimo. Como la derivada del precio (una constante) respecto de la cantidad es igual a cero, tenemos que la derivada del coste marginal (con signo negativo) respecto de la cantidad debe ser menor que cero. Esto implica, que la función de costes marginales se ha de encontrar en su tramo creciente.
3. Para que la empresa siga en el mercado, aún teniendo pérdidas, éstas deben ser menores que sus costes fijos. El precio debe ser mayor que el coste variable medio, es decir, mayor que el precio de cierre (es equivalente a exigir que los ingresos totales sean al menos iguales a los costes variables).
Gráficamente:
Durante muchos años, el mercado de jabones y productos de limpieza se comportó como un mercado de competencia perfecta porque las formulas químicas estaban al alcance de cualquier productor (químico) y los costes asociadas para poner en marcha este negocio no era elevado. En consecuencia existían multitud de empresas y marcas. Sin embargo, la llegada de los medios de comunicación de masas transformó el sector haciendo que a día de hoy el sector este controlado por unas pocas compañías:
- ¿ la publicidad repercute negativamente sobre las ventas de las pequeñas empresas?
- ¿cómo es la venta en una tienda frente a una gran superficie?
- ¿qué ventajas e inconvenientes presentan ambas situaciones, antes y después de publicidad, para el consumidor?
Bibliografía:
FRANK, R.H, (2001). Microeconomía y conducta. McGraw-Hill. Madrid.
MANKIW, N.R. (2002). Principios de Economía. McGraw-Hill. Madrid.
STIGLITZ, J.E. (1993). Economía. Ariel. Barcelona.