El mercado de factores productivos se resumen en los tres factores de producción que hemos visto anteriormente, es decir, tierra, capital y trabajo.
Vamos a revisar de forma breve los mercado de tierra y capital, para dedicarnos en una entrada posterior, con mayor profundidad al mercado de trabajo.
El mercado del factor TIERRA.
El factor tierra es un elemento que nos encontramos dado por la naturaleza y en él incluimos los recursos naturales clasificados en renovables (todas las materias primas de origen animal y vegetal que se reponen a pesar de su consumo) y no renovables (aquellas materias primas que no pueden reponerse o reproducirse como el caso del uranio o carbón).
Esta definición nos acerca nuevamente al concepto de desarrollo sostenible donde el hombre debe velar por el mantenimiento de los recursos naturales renovables; de esta forma puede consumir hoy sin comprometer el consumo de generaciones futuras. Muchos de los recursos naturales se pueden utilizar con un coste muy bajo (en relación a nuestro comentario de que los encontramos dados por la naturaleza) y ha provocado una sobre explotación de los mismos.
Finalmente volvemos a recordar que dentro de los recursos naturales encontramos las fuentes de energía que se clasifican en renovables y no renovables (según la posibilidad de que se agoten) y en convencionales y alternativas (que depende de su uso y con ello de su importancia económica).
Una vez que hemos recordado que es el factor tierra, volvemos nuevamente a lo que nos ocupa, es decir su mercado.
"[...] los productos de la tierra no son riqueza por sí mismas [...] solo son riquezas en cuanto son necesarias a los hombre y en cuanto son comercializables [...] el aire que respiramos, el agua que sacamos del rio, y todos los otros bienes o riquezas sobreabundantes y comunes a todos los hombres no son comercializables: son bienes y no riquezas"
François Quesnay.
Es decir, el factor tierra tiene su mercado porque encontramos en los mismos valor de uso y valor de intercambio.
El factor tierra tiene además otra particularidad y es que se ha dejado de fabricar (lo encontramos dado) y por tanto tiene una oferta inelástica.
Desde que las sociedades han empezado a trabajar el factor tierra (en toda su expresión) no se ha dejado de tratar de incrementar la cantidad de uso que se puede dar a la misma. Se ha ido evolucionado desde la expansión hasta la colonización, pasando por ganar terreno al mar y a las laderas de las montañas o incluso reconvertir suelos de escasas fertilidad en zonas óptimas para el cultivo. Sin embargo, mas allá de este trabajo la tierra es finita y por ello su oferta vertical.
El mercado del factor CAPITAL.
En este mercado se intercambia el capital, y como hemos hecho en el mercado del factor tierra debemos identificarlos debidamente.
Dentro de: este mercado encontramos dos grandes tipos de capital, el capital físico y el capital financiero:
- El capital físico hace referencia al conjunto de máquinas y herramientas necesarios para producir un bien o servicio. Dicho capital, a su vez, puede ser fijo o circulante. El capital fijo permanece en la empresa un largo periodo de tiempo (por ejemplo una línea de montaje) mientras que el capital circulante es aquel que permanece en la empresa por un periodo de tiempo inferior a un año (por ejemplo embalajes retornables, palets, moldes, herramienta de desgaste, etcétera).
- El capital financiero constituyen los recursos de los que hace uso la empresa para conseguir las fuentes de financiación necesarias que permitan su actividad productiva.
Recuperando la definición anterior donde introducíamos el concepto de esperanza llegamos al gran medidor de este mercado, que no es ni mas ni menos que el interés.
Si hablamos de capital financiero todos entendemos que disponer de fuentes de financiación significa tener que pagar unos intereses, puesto que quienes hacen uso de este recurso, conocidos como inversores, tienen que pagar un precio a aquellos que prestan dicho recurso, conocidos como ahorradores (puesto que renuncian a su consumo presente con la esperanza de recibir una cantidad superior en el futuro). Como hemos visto en la financiación de la economía esta actividad se coordina a través de los intermediarios financieros.
De la misma forma encontramos esta relación cuando hablamos de capital físico. Las empresas acuden al mercado o deciden producir estos bienes de capital con la esperanza de mejorar sus procesos productivos. Normalmente hacen un proyecto de inversión donde analizan los pros y los contras de invertir en este tipo de capitales y lo miden de una forma muy parecida al capital financiero. Por un lado determinan cuanto va a costar la inversión, en que medida van a mejorar su proceso productivo y cuanto tiempo van a tardar en recuperar la inversión realizada con la esperanza de situarse en el futuro en una situación mejor que en el presente. Esta medida de la esperanza vuelve a ser un interés.
Si las empresas deciden comprar el capital físico acudirán al mercado para adquirirlo, pero si deciden producirlo por su cuenta, seguramente también acudan al mercado para conseguir fuentes de financiación,... de cualquier forma que pensemos esta relación llegaremos a la determinación que si una empresa decide invertir en bienes de capital lo hará con la esperanza de encontrarse en una situación futura mejor que la presente.
Tanto capital financiero como capital físico operan en un mercado donde el equilibrio viene determinado por la ley de la oferta y la demanda.
Bibliografia:
SAMUELSON, P.A., NORDHAUS, W.D. (2010). Economics. 19ªEdición. McGraw-Hill. Madrid.
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